Aunque cada vez más gente está concienciada con la importancia del reciclaje, compromiso que se plasma en el hecho de que son ya muy numerosas las personas que disponen en sus viviendas de diferentes cubos para clasificar sus desperdicios, orgánicos e inorgánicos, lo cierto es que esta actividad avanza de forma mucho más lenta de lo que sería deseable. Incluso hay muchas ciudades que no están aún lo suficientemente preparadas para desarrollar este tipo de prácticas en la calle.

Esta carrera por potenciar la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente, iniciada unas pocas décadas atrás, incorporó hace algunos años una idea que, además de suponer un salto cualitativo, va camino de marcar tendencia en los próximos años: incentivar mediante recompensas económicas a quien recicle.

Y es en este punto del proceso cuando irrumpe con fuerza el concepto de reverse vending, que en esencia consiste en la fabricación, programación, instalación y puesta en marcha de máquinas que en lugar de expedir productos previo pago de los mismos realizan el proceso inverso, pues recogen latas o botellas de plástico que son introducidas en ellas por los usuarios, quienes, además, reciben un beneficio económico en forma de dinero o tickets de compra en el caso de que estén ubicadas en hipermercados u otro tipo de tienda de alimentación.

¿Cómo operan las máquinas de reverse vending?

El funcionamiento de estas máquinas es realmente sencillo: los consumidores tan solo deben introducir sus recipientes usados en ellas, con el código de barras hacia arriba para que puedan detectar de qué tipo son. Una vez cotejados, compactados y clasificados por volumen y peso, funciones que la máquina desarrolla automáticamente, devuelve un vale descuento para compras en el supermercado en que se halle o dinero. Se trata de un sistema realmente eficiente que facilita sobremanera el reciclaje para los usuarios, que además perciben una ganancia, lo que propicia su participación en este tipo de prácticas en favor de la sostenibilidad y el respeto medioambiental.

Esta iniciativa, que ya goza de gran popularidad en algunos países europeos, como Irlanda o Alemania, se abre paso poco a poco en España. Desde que en 2018 la cadena de supermercados Spar instaló la primera máquina de estas características en Canarias, a la que siguieron cuatro establecimientos de La Hucha un año después en la misma región, otras Comunidades, como Asturias, Cataluña, Euskadi o la Rioja, y ciudades, entre otras Cádiz, Jaén, Murcia, Pontevedra, Sevilla y Toledo, se han subido al carro y cada vez cuentan con más puntos en los cuales es posible desechar de esta forma los envases destinados al contenedor amarillo a cambio de vales de descuento o dinero de la mano de grandes cadenas de distribución europeas, como Aldi o Lidl, que han puesto en marcha máquinas de reverse vending en varias de sus tiendas. En el primer caso, la empresa ha podido comprobar ya el éxito de su estrategia, pues han logrado una mayor implicación en el reciclaje por parte de muchos de sus clientes. En el segundo, la compañía premia a los participantes en estas prácticas sostenibles con hasta 10 céntimos de euro por cada envase reciclado, por lo que ven reducido el coste de sus compras.

Beneficio para consumidores y supermercados y oportunidad de negocio para el vending

Las máquinas de reverse vending aportan beneficios tanto para los consumidores, que a través de los incentivos económicos pueden obtener un ahorro más o menos significativo, como para las cadenas alimenticias, que además de fidelizar a sus clientes sin duda mejorarán su imagen corporativa, especialmente entre aquellos consumidores más concienciados y comprometidos con el cuidado del medio ambiente, pues estos dispositivos ayudan a reducir los residuos plásticos que terminan en vertederos de basura, posibilitando un ciclo de vida más sostenible para los mismos y contribuyendo a disminuir la contaminación.

Por su parte, los diferentes agentes que forman parte del sector de vending encontrarán en esta tendencia una nueva oportunidad de negocio, pues la creciente demanda de este tipo de máquinas impulsará la innovación y ampliación del mercado, permitiéndoles diversificar su oferta y abriendo posibilidades de colaboración con los supermercados con objeto de instalarlas, abriendo una nueva vía de ingresos y colaborando de forma activa en la mejora medioambiental.

Asimismo, la búsqueda de una mayor eficiencia en las máquinas dará alas a la evolución de su tecnología y diseño, por lo que los profesionales del vending podrán liderar y ponerse al frente de la misma para marcar las pautas en la industria de la distribución automática.