El consumo anual de snacks en todo el mundo se ha incrementado en casi un 9% en cuatro años, al pasar de 62,3 millones de toneladas en 2019 a los aproximadamente 68 millones del último ejercicio, 2023, aumento al cual no es ajena la pandemia de COVID-19 surgida en 2020, que obligó a numerosas personas a permanecer en sus casas mucho más tiempo del habitual. La ingesta de galletas, dulces y saladas, palomitas, patatas fritas u otros productos más acordes con una alimentación sana y natural, como las barritas de cereales, los frutos secos o los zumos de fruta se han incorporado plenamente, ya veremos si de forma definitiva, a la dieta de múltiples consumidores de todo el orbe.

Los ingresos generados por este sector se han comportado de forma totalmente coherente con esta altamente positiva tendencia: sus ventas globales del pasado año alcanzaron los 539.500 millones de dólares estadounidenses y las previsiones apuntan a que en cinco años superarán con creces los 730.000 millones.

Los aperitivos saludables se disparan

No obstante, la popularidad de cada una de las categorías de producto que integran este sector es dispar; los aperitivos que gozan de la consideración de saludables han experimentado una auténtica eclosión, en cierta medida propiciada por una cada vez mayor preocupación por la salud, aspecto en el cual conviene citar nuevamente el coronavirus como un posible, y más que probable, factor coadyuvante.

La tendencia de buscar productos más naturales, menos procesados, ha auspiciado el crecimiento del consumo de alimentos de origen orgánico, sin duda los más favorecidos por este cambio en los hábitos nutricionales y cuyas ventas han alcanzado su máximo histórico en 2023, rondando los 13.000 millones de dólares. Todo hace indicar que su cifra de negocio seguirá subiendo en los próximos años.

Por el contrario, el aperitivo salado clásico por excelencia, las patatas fritas y sus variedades, pese a que su volumen de negocio anual se sitúa por encima de los 34.000 millones de dólares y cada año se comen más de ocho millones de toneladas a lo largo y ancho del planeta, han sido desplazadas de su privilegiada posición por las galletas, tanto dulces como saladas, el snack con el precio más bajo, lo que le aporta una evidente ventaja, de las cuales se consumen de promedio algo más de cinco kilogramos por persona.

Estados Unidos lidera la industria y el negocio

2023 confirmó nuevamente a Estados Unidos como el país que más negocio genera con los snacks, pues el año pasado las ventas de estos productos en su territorio superaron los 100.000 millones de dólares, a bastante distancia del segundo estado en liza, Japón, en el cual se alcanzaron los 81.000 millones. Este hecho puede considerarse normal pues seis de las diez mayores empresas de aperitivos y panadería están radicadas en el país norteamericano.

De entre todas sus empresas en este sector brilla con luz propia Pepsico, la multinacional creada en 1965 fruto de la fusión entre Pepsi-Cola Company y Frito-Lay, la cual, más allá de ser la sempiterna rival de Coca-Cola en el mundo de los refrescos, es propietaria de varias de las marcas de chips más reconocidas en todo el mundo, como Cheetos, Doritos o Lay’s, las tres con un gran peso específico dentro de la industria alimentaria: las dos primeras figuran entre las cinco más fuertes del sector de comida y la última es una de las más valiosas y su valor creció un 30% en comparación con el ejercicio precedente hasta alcanzar los 11.000 millones de dólares.

Hábitos de consumo de snacks en España

Según se desprende del informe “1er Observatorio del Snacking”, basado en un estudio de los hábitos de 1.005 consumidores de snacks y presentado por la consultora Across the Shopper, en nuestro país el promedio de consumo de estos productos se sitúa en 2,9 veces al día, siendo algo mayor entre los más jóvenes, aunque la frecuencia de su ingesta es parecida en todas las franjas de edad.

En consonancia con la creciente tendencia de cuidar la salud a través de una alimentación sana y equilibrada, hay dos categorías de snack saludable que destacan sobre el resto: los frutos secos, consumidos por el 69% de los participantes en la investigación y la categoría que tradicionalmente más se asocia más con la buena salud, la fruta fresca, que ocupa el tercer lugar y es consumida regularmente por el 47%. Pero pese a que el 29% de las ocasiones en que se consumen la salud aparece como la motivación principal, en un 71% de casos es el disfrute, siendo la más habitual “matar el gusanillo” antes de la comida o la cena.

Otros datos interesantes que pone de manifiesto este estudio se refieren al proceso de compra: alrededor del 70% de consumidores adquiere snacks para ingerirlos en casa en el momento en que les apetezca. Y aunque a priori pudiera pensarse que estos productos se compran por impulso, lo cierto es que dos de cada tres adquisiciones son planificadas y más de un 80% de las mismas se lleva a cabo en hipermercados y supermercados.