6/30/2021
De ser en cierta medida denostado ha pasado a ser esencial a la hora de experimentar con las marcas de compañías punteras.
Superada la corta visión de que el vending es un servicio dedicado exclusivamente a la distribución de refrescos y snacks poco saludables y nutritivos, las máquinas expendedoras, con utilidades impensables hasta no hace demasiado tiempo, están en auge, y pocos profesionales del marketing piensan ya que son cosa del pasado
De hecho, las empresas más importantes del mundo empiezan a introducirlas en sus estrategias como parte esencial en sus experiencias de marca. Es el caso de gigantes como Nike, Kellogg’s o Lego, por poner solo algunos ejemplos, que no han sido ajenos a las enormes posibilidades de la distribución automática.
Esta tendencia es el resultado de la imparable evolución de un sector que está demostrando día a día una gran capacidad de adaptación para ser útil en diferentes entornos, pues si en el campo de la alimentación ya ha dejado claro que sabe responder eficazmente a las necesidades de los usuarios ofreciendo una amplia gama de alternativas, no se ha quedado solo ahí.
Buena prueba de ello es el creciente número de empresas referentes en sus respectivos sectores que se apoyan en el vending para complementar su oferta o mejorar su servicio: la distribución de periféricos, de joyas o, incluso, de automóviles a través de máquinas expendedoras es ya una realidad.
La creciente consideración del vending como un importante activo en el marketing de las grandes compañías se basa en que han comprobado que puede ayudarles a generar originales experiencias con sus públicos y captar su atención, por lo que el desarrollo de nuevas aplicaciones en el sector está garantizado.
El progreso tecnológico, la irrupción de la IA y la creciente preocupación por la salud y el respeto al medio ambiente apuntan a un año clave en la evolución del sector.
A lo largo de este año esta variedad, la más consumida en el mundo, ha alcanzado máximos a los cuales no llegaba desde 1977.
La IA abre un nuevo mundo de posibilidades, en muchos casos inimaginables hasta hace bien poco, en los diferentes procesos de gestión de las máquinas expendedoras.